domingo, 30 de noviembre de 2008

La ertzaintza investiga en Vizcaya un bidon que pudo servir de zulo de ETA




Agentes de la Ertzaintza analizan un bidón vacío hallado en una zona de monte de la localidad vizcaína de Amorebieta. /Efe
EFE
MADRID

Agentes de la Ertzaintza han analizado hoy un bidón vacío hallado en una zona de monte de la localidad vizcaína de Amorebieta por si hubiera podido servir como zulo de ETA, según ha informado un portavoz del departamento vasco de Interior.
El hallazgo se ha producido esta mañana, cuando unos cazadores han visto un bidón de color azul junto a un agujero hecho en la tierra en el barrio de San Isidro, en Amorebieta. Los cazadores han avisado a la Policía Municipal y ésta ha comunicado el hallazgo sobre las 13.00 horas a la Ertzaintza, cuyos especialistas se han desplazado hasta la citada zona.
Artificieros de la Policía Autónoma Vasca, ayudados por perros de la unidad canina, y otros especialistas de la Ertzaintza han analizado el bidón azul -del tipo de los utilizados en otras ocasiones por ETA- sin encontrar nada en su interior.
La Ertzaintza, según la misma fuente, continua la investigación para tratar de determinar si el bidón encontrado junto al agujero -más pequeño que el recipiente- pudo servir a ETA como escondite.

El Papa constata avances en el diálogo con los ortodoxos



CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 30 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha constatado con alegría los avances que se dan en el diálogo entre católicos y ortodoxos al celebrar este domingo la fiesta del apóstol san Andrés, patrono del patriarcado ecuménico de Constantinopla.
El pontífice da gracias a Dios al constatar que las relaciones entre los hijos de estas Iglesias se hacen cada vez más profundas en un mensaje enviado en esta fecha al patriarca ecuménico Bartolomé I.
Tras rezar el Ángelus este domingo, el Papa recordó los lazos que unen a Constantinopla con Roma, pues Andrés, patrono del patriarcado ecuménico, era el hermano de Simón Pedro, primer obispo de Roma.
Con motivo de esta fecha, según la tradición, el Papa ha enviado a Estambul de visita al patriarca una delegación de la Santa Sede, dirigida por el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio de la Promoción para la Unidad de los Cristianos.
En su mensaje al patriarca, Benedicto XVI constata "con alegría y acción de gracias que las relaciones entre nosotros están entrando progresivamente en niveles más profundos, mientras renovamos nuestro compromiso por continuar en el camino de la oración y el diálogo".
"Confiamos en que nuestro camino común llegue a ese día bendito en el que alabaremos a Dios juntos y a una celebración compartida de la Eucaristía".
"La vida interior de nuestras Iglesias y los desafíos del mundo moderno exigen urgentemente este testimonio de unidad entre los discípulos de Cristo", concluye en su mensaje al patriarca.
Como signo de los lazos que se han creado entre Roma y Constantinopla, el Papa menciona las tres visitas que en el último año ha hecho a la ciudad eterna el patriarca Bartolomé I. La última fue para intervenir, con un acto sin precedentes en la historia, ante el Sínodo de los Obispos, reunido en el Vaticano, sobre la Palabra de Dios, durante el mes de octubre.

"¡Dios tiene tiempo para nosotros!", asegura Benedicto XVI


CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 30 noviembre 2008 (ZENIT.org).- "¡Dios tiene tiempo para nosotros!", aseguró Benedicto XVI este domingo al explicar el sentido del período litúrgico de preparación a la Navidad, el Adviento, que comenzaba en ese día.
Es la "buena noticia" que ofrece la Iglesia, dijo al rezar la oración mariana del Ángelus junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de san Pedro del Vaticano, en un mundo caracterizado por el estrés.
Comentando el Evangelio de la liturgia dominical que invita a velar en espera del Señor que viene, el Santo Padre propuso una original reflexión "sobre la dimensión del tiempo, que siempre ejerce sobre nosotros una gran fascinación".
Comenzó "con una constatación muy concreta: todos decimos 'nos falta tiempo', pues el ritmo de la vida cotidiana se ha hecho para todos frenético".
"También en este sentido la Iglesia tiene una 'buena noticia' que ofrecer --aclaró--: Dios nos da su tiempo. Nosotros tenemos siempre poco tiempo, especialmente para el Señor, no sabemos o, a veces, no queremos encontrar ese tiempo. Pues bien, ¡Dios tiene tiempo para nosotros!".
"Ésta es la primera cosa que el inicio de un año litúrgico nos hace redescubrir con una emoción siempre nueva", confesó el pontífice, hablando desde la ventana de su estudio.
"Sí --subrayó--, Dios nos da su tiempo, pues ha entrado en la historia con su palabra y sus obras de salvación para abrirla a la eternidad, para convertirla en historia de alianza".
Desde esta perspectiva, indicó, "el tiempo es ya en sí mismo un signo fundamental del amor de Dios: un don que el hombre, que como sucede con lo demás, es capaz de valorar o por el contrario de estropear; de acoger su significado, o de descuidar con superficialidad obtusa".
El obispo de Roma explicó que para los ojos de Dios el tiempo tiene tres puntos cardinales que marcan el ritmo de la historia de la salvación: "al inicio está la creación, en el centro la encarnación-redención, y al final la "parusía", la venida final, que comprende también el juicio universal".
Ahora bien, alertó, "estos tres momentos no deben ser comprendidos simplemente como una sucesión cronológica".
"De hecho, la creación se encuentra ciertamente en el origen de todo, pero es también continua y tiene lugar durante todo el desarrollo del devenir cósmico hasta el final de los tiempos".
Del mismo modo, continuó aclarando, "si bien la encarnación-redención acaeció en un determinado momento histórico, el período del paso de Jesús sobre la tierra, sigue extendiendo su radio de acción a todo el tiempo precedente y al posterior".
A su vez, "la última venida y el juicio final, que precisamente tuvieron en la cruz de Cristo una decisiva anticipación, ejercen su influjo sobre la conducta de los hombres de todas las épocas", recalcó.
De hecho, como él mismo constató, "cada quien, en la hora que sólo Dios sabe, será llamado a rendir cuentas de su propia existencia".
"Esto implica un justo desapego de los bienes terrenos, un sincero arrepentimiento de los propios errores, una caridad efectiva con el prójimo y, sobre todo, una humilde confianza en las manos de Dios, nuestro Padre, tierno y misericordioso", aseguró.
Benedicto XVI había dado inicio al Adviento, que presentó como momento privilegiado de esperanza, al presidir las vísperas en la tarde del sábado, en la Basílica Vaticana.

martes, 25 de noviembre de 2008

EMPEZAMOS DE NUEVO


Al igual que en el curso empezamos de nuevo en los blogs,este año Don Leo nos va a hacer blogs para grupos el los va a llamar galaxia mi galaxia va a ser :Manolo, Nico, German, Pepe y yo espero que nos salgo mui bien por que para eso somos los mejores